¿Pensábais que la paella solo se podía tomar en casa de la yaya? ¿O en casa de mamá? ¿Y que por supuesto, no podía estar más arriba de la mesa del comedor? Qué equivocados estáis, amig@s mí@s. La paella se puede comer en muchos lugares, y dentro de unos días, en uno en el que nunca antes había estado.
La paella valenciana, va a subir al Pico de Orizaba, el más alto de México con 5.700 metros de altura. No, la paella no va a subir sola (de momento sigue siendo un plato gastronómico inanimado) sino que será llevada a lo más alto por Federico Arrizabalaga, un valenciano que lleva seis años viviendo en el país azteca.
Esta loca idea, le sobrevino a Federico después de una experiencia en una Ultramaratón en México, donde conoció a un grupo de españoles. Uno de ellos, procedente de Segovia, había traído un cochinillo, que se comieron todos el día anterior a la carrera. Arrizabalaga, como valenciano que añora su tierra, quería hacer algo especial, que uniera su pasión por los deportes extremos y su querida terreta.
La paella la prepararán en el campamento base a 4.200 metros de altura, y la llevarán hacia la cima en un paseo de unas 9 o 10 horas. Dos guías les ayudarán en la ascensión este sábado y seguro que también colaborarán en la cata de paella que se producirá a más de 5 kilómetros de altura.
Es más que probable que el arroz llegue helado a la cima, y que se les caiga bastante por el camino, pero estoy segura de que será la paella más inolvidable de sus vidas.
Surrealista, ¿verdad?