Una pequeña barraca de color blanco inmaculado se alza frente a la playa de Pinedo. Los arbustos, las macetas y algún que otro seto rodean la coqueta edificación con más de 200 años de historia donde hoy en día se sirven algunas de las mejores paellas del mundo. Hace más 30 años, Rafael Soler convirtió la barraca en un restaurante al que llamó, con bastante acierto, la Genuina.
Los comensales de la Genuina pueden revivir las comidas típicas de las familias de la huerta de Pinedo, en las que tenían un papel muy importante los arroces, tanto melosos como las paellas. Los guisos valencianos son un emblema de esta casa donde cualquier opción está lógicamente regada con vinos de la tierra.
El restaurante es tan genuino que es considerado un emblema de la zona. Por eso no es extraño que el rey Felipe VI visitara el local después de los Premios Jaume I, a los que asistió como invitado de honor el pasado viernes 19 de noviembre. Después de la ceremonia, el monarca acudió a la Genuina junto a ocho acompañantes que pidieron paella valenciana y arroz del senyoret. Una elección real.