La Casa de los caramelos es un icono de la Valencia del siglo XX que todavía se mantiene en pie, aunque mucha gente piense lo contrario. Y es que la historia de este establecimiento, con un cambio de nombre de por medio, se ha desdibujado en el imaginario colectivo.
En 2016 echaba el cierre la popularmente llamada «Casa de los caramelos» de la calle Muro de Santa Ana, identificada desde fuera por el rótulo de «Casa de los dulces». Les Corts, propietaria del edificio, no renovaba el contrato de alquiler porque tenía pensado acometer obras de ampliación del parlamento valenciano. Uno de los símbolos de Ciutat Vella desparecía.
Pero esto no era más que el cierre de uno de los dos establecimientos que la familia García posee en la ciudad.Motivos familiares han modificado el nombre de ambos establecimientos que nacieron con el mismo propósito, pero que la sociedad ha acabado por ver de forma distinta.
La aventura de la Casa de los Caramelos arrancó en 1953 cuando Vicente García transformó una frutería de Muro de Santa Ana en una tienda de caramelos y regalos. 13 años más tarde, su hijo Vicente entraba en el negocio y ampliaban la red con la apertura de la calle Xàtiva, hoy todavía abierta al público.
Por fuera ambos establecimientos lucían rótulos similares hasta 1995. En ese año Vicente García Tamarit dividió el negocio entre sus dos hijos. Su hija Emilia se quedó con la tienda de Santa Ana y esta cambió a «Casa de los Dulces»; su hijo Vicente mantuvo el nombre de «Casa de los Caramelos» en el número 20 de calle Xàtiva.
Pese al cambio nominativo, la fama seguía recayendo en el primero. Su cierre se interpretó como la pérdida de un símbolo de Valencia pese a que la maquinaría de los dulces sigue funcionando a pleno rendimiento.
En el interior de la tienda de la calle Xàtiva podemos encontrar todo tipo dulces, desde las típicas golosinas a chocolates, nubes, piruletas e incluso dulces regalos. Con la llegada de las nuevas tecnologías, la tienda también se ha modernizado y ahora permite hacer pedidos online sin salir de casa. Después de 65 años, el mito sigue más vivo que nunca en otra calle de Valencia. ?
Foto de portada: Casa de los Caramelos