Hace poco más de dos semanas que el empresario Jesús Barrachina falleció a los 74 años. Parte de su legado está en la cafetería Bimbi, una mítica cafetería en la Gran Vía Marqués del Turia. Un local donde se conocía a los clientes habituales por su nombre y apellidos, se les servía lo que querían prácticamente sin necesidad de pedir y te sentías casi como en casa.
Las remodelaciones del local nunca acabaron con su ambiente de bar de los años 60. Y su arroz al horno pasará a los anales de la historia: todo el que lo probaba repetía. Sus hijos decidieron que, una vez fallecido su padre y sumando a esta pérdida la jubilación de Fernando Sanz, gerente y figura emblemática, el negocio debía cerrar.
Los hijos de Barrachina asumen que el cierre se debe a la muerte de su padre. Ninguno podía además hacerse cargo de la cafetería, tienen sus propios trabajos y no podrían dedicarle el tiempo que necesita. “Bimbi solo podía funcionar si se le trataba con un cariño especial”, explicó Jesús Barrachina hijo.
Un trocito de la historia hostelera de la ciudad ha muerto esta semana después de 51 años. Seguro que será de esos que con el tiempo diremos “el del Bimbi, eso sí que era un arroz al horno”.
Fuente de la imagen de portada: Google Maps