24 horas comiendo hamburguesas, un bocadillo de albóndigas de 4,5 kilos, comerse una paella entera o 6,4 kilos de comida asiática entre dos personas son algunos de los retos que llenan el canal de YouTube de Joe Burgerchallenge. Este valenciano es un especialista de las raciones XXL, un estómago sin fondo que se reta a sí mismo cada semana en Internet para romper nuevas marcas y límites.
Con la sospecha de que se trate de un superhumano, hablamos con él para que nos cuente todos los detalles de esta extraña afición que ya es un fenómeno en la red. Y atentos porque también nos da algunas recomendaciones de sitios que hacen este tipo de retos en Valencia.
Para quien no te conozca, ¿quién es Joe Burgerchallenge?
Soy un fanático de las comidas gigantes, con un hambre insaciable, en busca las construcciones gastronómicas más espectaculares de España.
¿Cómo empiezas en este mundo de la comida XXL?
Empecé cuando vivía en Estados Unidos porque allí es un tema muy habitual. Siempre me ha gustado comer, de toda la vida, y trabajando allí, una amiga con la que compartía piso vio lo que era capaz de comer. Entonces me explicó que había restaurantes en los que si te comes todo lo que te ponen, es gratis. Eso sonó como algo maravilloso. Y cuando volví a España empecé a promoverlo para que hubiese más restaurantes con este tipo de retos.
Ver esta publicación en Instagram
¿Te acuerdas de cuál fue el primer reto al que te enfrentaste?
En España fue en 2013 durante la primera Burger Challenge de Mediterránea de Hamburguesas en Valencia. Había que comerse una hamburguesa de 2,5 kilos. Me presenté para participar pensando que no me la había a comer. Y al final me la comí entera. Vi que tenía potencial para seguir buscando mis límites.
En Estados Unidos fue un reto de desayuno en Johnny V en Milwaukee (Wisconsin) que incluía 10 tortitas gigantes, 10 huevos, bacon, jamón, salchichas y pan. Un reto muy bestia. La primera vez que lo hice fracasé, pero con la práctica lo he podido superar años después.
¿Cómo te preparas para retos así?
En mi vida practico el ayuno intermitente. Me ayuda en mi forma de vida. Hago una comida o dos al día, como mucho. Lo que hago es juntar todas las calorías que necesito. Cuando hago un reto de comida, las 24 horas previas las paso sin ingerir nada. La última comida previa debe ser muy grande, mucho más de lo que luego vas a comer en el reto, pero muy baja en calorías. Verdura y fruta sobre todo.
Después del reto, paso otras 24 horas sin comer nada a modo de ayuno terapéutico para que todos los órganos se recuperen y vuelvan a la normalidad.
¿Lo combinas con actividad física?
Sí, hago mucho deporte. Estoy muy activo. Voy al gimnasio y salgo a correr por la montaña.
Para este tipo de actividad, ¿sigues algún tipo de control médico?
Sí, he hecho muchos controles para saber cómo funciona mi cuerpo y mi organismo. Básicamente son para saber que tu cuerpo funciona bien sin ningún tipo de problema.
¿Te dedicas a tiempo completo a tu marca de Joe Burgerchallenge?
Tengo mi trabajo en paralelo, pero es cierto que últimamente le dedico más tiempo a las redes y al canal de YouTube de Joe Burgerchallenge. Los vídeos necesitan más calidad técnica y creatividad. Hay que subir dos vídeos a la semana para mantener la atención del público y no hacer siempre lo mismo.
De hecho, publiqué un par de series en el canal que han funcionado muy bien: la Ruta 66 de retos de comida por Estados Unidos. Es un formato muy televisivo, pero disponible en YouTube. Hay todo un trabajo detrás, comercial y creativo, en el que lo de comer es casi lo de menos al final.
¿Algún reto que te haya dejado con hambre?
Hay retos que no son realmente comer hasta saciarse. Podrías con más, pero no hace falta ir hasta el final. Yo de normal no acabo saciándome cuando como. Me tengo que acostumbrar a no comer hasta llenarme. El ayuno intermitente me permite hacer unas comidas más copiosas sin quedarme con hambre.
Ver esta publicación en Instagram
En la Comunidad Valenciana, ¿qué reto nos recomendarías?
Hay mucha variedad y algunos muy interesantes. Recomiendo el reto del Soul Coffee Beer de Paiporta, que diseñé para ellos, que es una hamburguesa gigante con helado de mostaza dentro. Luego, Il Vulcano en Valencia es una pizzería que tiene un reto de comer pizza (45 cm de pizza en 30 minutos).
Si no queremos algo tan bestia, Calle l’Hambre en Paseo Alameda tiene un reto de comida con una torre de hamburguesas con 1,2 kilos de carne a superar en 20 minutos.
¿El reto más difícil?
Hay retos que son imposibles de superar. Son demasiado exagerados algunos. Pero, por ejemplo, uno muy extremo es el reto supremo del Asador El Pastoret en Náquera: un bocadillo inmenso casi imposible. En el primer intento no lo superé. Si de normal sus bocadillos son ya una exageración, el del reto es el doble que un bocadillo de esos. O incluso más.
¿Y uno que tengas pendiente?
Llevo 105 retos superados hasta la fecha y me quedan pocos ya en Valencia. Fuera de Valencia, tengo muchos pendientes por Barcelona y Bilbao. Aunque no hay ningún restaurante ahora mismo que tenga muchas ganas de probar especialmente.
En mayo vamos a Estados Unidos a hacer la ruta del Mississippi desde Minnesota hasta Nueva Orleans haciendo un reto de comida en cada estado. Uno al día. Vamos a grabar una nueva serie para el canal de episodios con varios YouTubers. Es un proyecto ambicioso en el que llevamos mucho tiempo trabajando. Estaremos dos semanas con retos muchos más exigentes de los que se ven normalmente en el canal.
A nivel de salud, ¿cómo se gestiona un reto así?
Esto es algo extremo fuera de lo normal. Nos acompaña un nutricionista y entrenador personal (Tano Villar) porque sabemos que vamos a ponernos «tibios» a comer. Es una barbaridad.
Mi plan nutricional y deportivo está centrado ya en ese reto. Hago una carga de pesas superior intentando aumentar mi masa muscular y bajar el ritmo de mi metabolismo con menos cardio. Durante el viaje haremos más actividades físicas que aceleran el metabolismo y así subes la cantidad de calorías quemadas. Es una preparación completa, e incluso como más para tener el cuerpo preparado.
Y después de ese reto, tocará una temporada de limpieza con una ingesta calórica más baja de lo habitual, sin comer carne durante semanas para que el organismo se regule, sin comidas procesadas… Todo con el objetivo de recuperar la normalidad.