El dúo de escultores Coderch & Malavia, galardonados con el Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura en su 52ª edición, expone en la Marina de Valencia su última creación «Gigante de sal», una escultura en bronce de cuatro metros de altura.
Tras su paso por Alemania, Bélgica o Francia, la emblemática rotonda de las banderas de La Marina acoge por primera vez el trabajo de esta dupla afincada en Valencia. Se trata de una escultura hiperrealista de espectacular envergadura que se puede visitar desde el 23 de febrero y que permite a los visitantes interactuar con ella.
Los artistas se han inspirado en la danza Butoh, un baile japonés sumamente expresivo y que transmite el dolor colectivo que se siente tras una tragedia y el resurgir después de la misma. «Puede conectar muy bien con la sociedad actual que tiene que replantearse cuál será su papel en la reconstrucción social tras la crisis que está causando la COVID-19«, explican en un comunicado.
Los artistas tratan de expresar a través del cuerpo retorcido del Gigante de Sal la esencia de la vida: caer y revivir, buscando la comunión entre opuestos y sobre todo, tratando de aprender de nuestros errores.