La inauguración esta semana de la nueva línea 10 de metro en Valencia que conecta Ruzafa con Natzaret y la Ciutat de les Arts ha puesto fin a 15 años de trabajo en estas obras. Por el camino han pasado dos gobiernos municipales, dos autonómicos, una crisis económica global y años de abandono que hicieron de sus instalaciones un fenómeno viral.
Llamada inicialmente T-2, las obras se paralizaron en 2011 con la llegada de lo peor de la crisis económica. Hasta el momento se habían invertido 200 millones de euros, que acabaron siendo 253 con la reanudación de las obras en 2019.
En ese lapso de 8 años, la infraestructura se utilizó para albergar fiestas ilegales, exploraciones urbanas e incluso paseos en barca por el subsuelo de Valencia.
Hace ya 5 años que los exploradores urbanos y youtubers Marc Vilas y Portillo se hicieron famosos por recorrer las instalaciones de la línea 10 en barca. En el vídeo se pueden apreciar además restos de basura de fiestas que aquí se organizaban y que la policía tuvo que desalojar en más de una ocasión, como en la Nochevieja de 2016.
Estas incursiones se hacían desde la estación de Alacant, hoy inicio de la línea 10 que conecta el centro de Valencia con el barrio costero de Natzaret. Tras 3 años de trabajos, hoy el agua ha dejado paso a los pasajeros y convoyes, pero las imágenes son ya historia del metro de Valencia.