Qué arrolladora personalidad la de Ripollés. Un artista que habla con sus esculturas, que pasa tiempo con ellas, que reivindica a través del arte (y de sus palabras, siempre tan certeras, con esas metáforas que lo encierran todo). Que considera que las obras tienen vida, cuentan y transmiten cosas. Ahora tenemos la suerte de disfrutarlo y establecer el mejor de los diálogos con el arte del valenciano en una exposición que reúne sus obras más desconocidas. Y ya puedes hacerte aquí con tus entradas.
La exposición se llama Ripollés al desnudo. Abrirá en el Ateneo Mercantil de Valencia por tiempo limitado (a partir del 6 de junio y durante cuatro meses) y recogerá esas «caras B» de Ripo, uno de esos nombres por el que se le reconoce.
Será un compendio de piezas de este pintor y escultor universal que además ha anunciado ya que visitará la muestra en diferentes ocasiones para hablar de su trabajo, de estas décadas incesantes de producción artística.
¿Qué sabemos de la exposición de Ripollés?
Para empezar, que él mismo te dará la bienvenida (eso sí, en formato holograma). También, que no sólo se expondrán obras inéditas, pintura y esculturas del artista, sino que también habrá retazos, objetos, memorabilia de su vida.
Por ejemplo, una de las piezas centrales es un gran jardín vertical con la colaboración en la dirección artística floral de Francis Montesinos, desde el que se colgarán diferentes fotografías personales de Ripollés y objetos, así como cuadros realizados con paja y maíz (no olvidemos que el de Alcira vive en plena naturaleza, de donde recoge toda la inspiración – y materiales – rodeado de gallos, gallinas, de vida tranquila).
Otro de los puntos de interés de Ripollés al desnudo es que en su interior podremos disfrutar del cortometraje El beato Ripo, de Luis García-Berlanga. Qué curioso, qué bonito, que precisamente coincidan en el tiempo dos exposiciones de ambos maestros en Valencia (échale un vistazo a Interior Berlanga, en CaixaForum).