Como somos buen@s rastreadores de novedades en la ciudad del Turia, el otro día visitamos un restaurante que hacía mucho tiempo que queríamos conocer: El Balandret. Situado en plena playa de Las Arenas, es un lugar que cuida hasta el más mínimo detalle, desde la decoración del lugar hasta cada uno de sus platos. Todo el restaurante respira c ultura valenciana, empezando por el nombre: El Balandret, que se basa en el cuadro de Sorolla “El balandrito”, aquel en el que aparece un niño desnudo jugando en la playa con un barquito.
Por supuesto, lo primero que te llama la atención del restaurante es l a decoración. El interiorista encargado de El Balandret, Carlos Serra, ha querido plasmar la cultura levantina en cada rincón: los espartos, la pared de botijos, los azulejos… y toda la luz que entra en el local. Sin duda, nos sentimos en un cuadro moderno de Sorolla.
Pero quedaba la otra parte importante: la comida. Los platos tenían que estar a la altura de la decoración, y claro está, en eso tampoco defraudan. La base fundamental del menú es la gastronomía valenciana por eso es bastante recomendable probar su esgarraet, su all i pebre, las alcachofas con foie o sus clotxinas valencianas.
Mención aparte merecen las paellas. Su extensa carta aborda desde fideuas a arroces melosos y hay tanta diversidad que seguro que está tu favorita. Pero si lo tuyo es conocer novedades, tienes toda la carta para ello: langostinos en tempura de kikos y salsa brava, magret de pato con salsa de castañas o calamares rebozados con mayonesa de curry. La variedad es increíble, así que dudamos que haya algo que no te guste.
¡Pero espera! Que esto te puede interesar. Después de leer todo lo que hemos escrito, supongo que estás pensando en venir, aunque temes que tu bolsillo sufra mucho. ¡Error! El Balandret tiene un precio muy asequible. Por ejemplo la ración de paella son 12€ y muchos de sus platos rondan esa cantidad. Pero si eso no te convence, echa un vistazo a su menú de cenas de navidad y fin de año. Seguro que con él convences a tu grupo de amig@s o a toda tu empresa.
Diles que incluso hay una zona para niños en la que podéis dejarlos para disfrutar más tranquilamente de la comida. Y que si la cosa se alarga, también tiene un hotel monísimo justo encima. ¿A quién no le gustaría pasar una noche con vistas al mar?