Su origen tiene dos versión, la etimológica y la «histórica».
¿Qué haríamos sin la horchata? Seguro que el verano se volvería más duro sin esta bebida tan valenciana, tan nuestra. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué la llamamos horchata? Ahí van las dos explicaciones posibles, con posible leyenda histórica incluida.
Si empezamos por el principio, por la palabra en sí, la etimología nos remite al latín y el italiano. Definida como «agua de cebada«, el nombre deriva del participio italiano orzata, del latín hordeata. Significa «hecha con orzo» (hordeum, voz latina que significa cebada). Era así como se elaboraba esta bebida en un principio.
Después, la receta se iría modificando con otros cereales y tubérculos, entre ellos la chufa. Pero al César, lo que es del César. La horchata al principio era agua de cebada. Nada más.
Los otros orígenes del nombre los encontramos en la Corona de Aragón. Cuando el rey Jaime I probó por primera vez una bebida hecha a partir de chufa, preguntó: «¿Qué es això?» (¿Qué es esto?), a lo que una joven contestó: «Es leche de chufa». El rey, según cuenta esta historia, replicó que aquello no era leche: «¡Aixo es or, xata!» (esto es oro, guapa!). Y de ahí el nombre, aunque no es más que una leyenda.
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