En los puestos altos de los índices internacionales de vacunación y cerca del famoso 70% en el que se fijaba la inmunidad de grupo antes de la llegada de la variante Delta, España se acerca moderadamente a lo que podemos llamar con mucha prudencia el final de la epidemia. Y con ello, el fin de todas las restricciones derivadas de ella.
Si en junio nos despedimos (siempre que se mantenga la distancia de seguridad) de la mascarilla en exteriores, los próximos meses se considerarán claves para poner punto final a la mascarilla en espacios cerrados. Al respecto se pronunció Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, en junio cuando dijo que la obligatoriedad en interiores se retiraría “en un futuro no muy lejano”.
Sin embargo, ese futuro es una incógnita que no carece de polémica entre los mismos expertos. Ashish Jha, decano de la Escuela de Salud Publica de la Universidad de Brown, opinaba hace unas semanas en unas declaraciones recogidas por TMZ que “hacer obligatoria la mascarilla para personas con la pauta completa no tiene ningún sentido”. Por otro lado, Anthony Fauci, uno de los principales expertos en enfermedades infecciosas, dijo también hace unas semanas que las personas totalmente vacunadas podrían considerar el uso de mascarillas en interiores para protegerse de la variante Delta.
La MASCARILLA sigue siendo OBLIGATORIA en espacios cerrados y abiertos al público como:
🛍️Comercios
🚆En el transporte público❗️😷Recuerda llevar siempre tu mascarilla a mano para protégete y protege a los demás frente al #COVID19 pic.twitter.com/M1JMWoPF2V
— Salud Pública (@SaludPublicaEs) August 16, 2021
¿Qué pasa en otros países?
En Estados Unidos, donde la obligatoriedad de la mascarilla ha tenido muchos matices, Joe Biden, el presidente estadounidense, determinó en mayo que la mascarilla no era obligatoria para personas totalmente vacunadas. Hace menos de un mes, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades volvieron a recomendar el uso de mascarillas en espacios cerrados.
Algo que no ha sido así en Dinamarca, donde hace unos días se eliminó la obligatoriedad de usar mascarillas en transporte publico (único espacio en el que todavía era obligatorio): hace ya dos meses que no eran obligatorios en interiores. El único lugar de Dinamarca en el que son obligatorias, por cierto, son los aeropuertos, dado que responde a directrices internacionales.
La comparación con Dinamarca, sin embargo, también tiene muchos matices ya que la estrategia de los daneses (test gratuitos, pasaporte Covid) y sus circunstancias (menor mortalidad, menos fallecidos) es muy otra a la de España, por eso sus medidas no pueden verse específicamente como las del escenario futuro en España.
Francia, por su parte, supedita el uso de la mascarilla al pasaporte Covid. El Ejecutivo francés determinó –no sin polémica– la necesidad de estar vacunado para acceder a eventos que reúnan a más de 50 personas. En esos supuestos –desde partidos de fútbol hasta cafeterías– el uso de la mascarilla es totalmente opcional.
Esta medida (la del pasaporte Covid como condición para entrar a los espacios cerrados) se ha puesto en marcha o está siendo estudiada en diferentes comunidades autónomas, pero la posibilidad de abandonar la obligatoriedad de mascarilla en interiores es una decisión sanitaria que está supeditada al avance de la vacunación así como al impacto de la variante Delta.
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