Las Torres de Serranos, ese monumento tan emblemático de la ciudad del Turia. Construidas entre 1.392 y 1.398, son una de las maravillas que mejor se conservan de Valencia posiblemente. Más de 600 años os contemplan, y eso que no aparentan más de dos siglos, intentando observar las arrugas propias de la edad. Seguro que has pasado por delante de ellas una indecencia de veces y no sepas casi nada de ellas. Es más, posiblemente ni siquiera sabías que se puede subir y contemplar las vistas de la ciudad desde sus almenas. No pasa nada, siempre hay una primera vez. Por eso nos alegra enseñaros las 10 curiosidades de las Torres de Serranos (aunque seguramente tenga más).
1. En 1.931 fue nombrado Monumento Histórico Artístico Nacional.
2. Es uno de los mejores ejemplos, por lo menos dentro de la península ibérica, de arquitectura militar del siglo XIV.
3. El nombre de “Serranos” viene dado por su situación geográfica: la puerta, como podéis comprobar, está situada hacia el norte de la ciudad, por lo que por ella entraban los viajeros de la zona de la Serranía, también llamada “los serranos”.
4. Recibe el mismo nombre el puente delantero a la puerta, el Puente de Serranos, el cual le fue dado exactamente por lo mismo motivo que a las Torres. El actual puente es obra del siglo XVI, pero se especula con que anteriormente a él hubo otro en el mismo enclave, posiblemente de datación romana.
5. Fue la puerta más importante de la antigua muralla que rodeaba Valencia, ya que en ella se concentraba el 95% del acceso a la ciudad.
6. Había que pagar un peaje cada vez que se entraba o se salía de la ciudad.
7. El arquitecto de las Torres, Pedro Balaguer, también participó en las construcción de la Catedral de Valencia y en la del Miguelete.
8. En la fachada interior de las Torres, podéis encontrar algunas gárgolas. Pues bien, dichas figuras son una obra muy reciente, concretamente de los años 80 del siglo XX, aunque son imitaciones de las anteriores.
9. Las Torres de Serranos sirvieron como cárcel de nobles desde el siglo XVI hasta entrado el siglo XIX. Éste puede que fuera uno de los principales motivos por los que resistió al derribo de la muralla por motivo de la ampliación de la ciudad de Valencia.
10. Durante la Guerra Civil española, estas Torres sirvieron como refugio para unas cuantas obras del Museo del Prado de Madrid. Para ello, se construyó una bóveda de hormigón sobre el primer piso para evitar el daño de las obras, alojadas en el piso más bajo en un posible derrumbe o bombardeo. Además, se instaló un control de la humedad y de la temperatura, ya que no sólo las bombas pueden estropear las obras de arte.