El virus sigue ahí, aunque a muchos les cueste comprenderlo. Por eso, el municipio de Cullera ha cerrado sus playas desde las 00:30 hasta las 08:00 de la mañana. Una decisión que tiene mucho que ver con el aumento de casos de COVID detectados en las últimas semanas. Con el cierre de los arenales, se evitarán grandes aglomeraciones, que favorecen la proliferación del virus.
El propio alcalde de la localidad valenciana, Jordi Mayor, se mostró indignado con la actitud de los participantes en el botellón: «estas imágenes intolerables, después de tantos meses de esfuerzos y más cuando muchos establecimientos de ocio se ven forzados a cerrar a las 00.30 por las restricciones autonómicas».
Cullera presenta una incidencia de 382,6 casos por 100.000 habitantes, muy por debajo de la media nacional, estimada en 591,1 casos. Es por ello por lo que fue una de las pocas localidades que no ha impuesto el toque de queda por la noche, como sí lo han hecho 77 municipios valencianos.