Su cultivo en la Comunitat Valenciana ha igualado en hectáreas al del arroz. Ya solo le falta conseguir que sea ‘emoji’ en WhatsApp.
Recorrer hace 10 años las zonas agrícolas de las comarcas de la Ribera era reencontrarse con la llana imagen de la agricultura valenciana. Campos de naranjos y mandarinos se extendían en el horizonte en una de las zonas de mayor producción de cítricos de España.
Hoy, sin embargo, el naranja ha ido dejando paso a un rojo brillante, el del caqui. Como el arroz, la chufa y las naranjas, este fruto ya se ha convertido en un icono gastronómico más de nuestra región. Un fenómeno insólito del que podemos extraer curiosidades interesantes. Así que empecemos por el principio.
De primeras, este árbol no pertenece a nuestra región. Es originario de Asia, con plantaciones en Japón y China desde el siglo VIII. De hecho, en el país chino se pueden encontrar en la actualidad plantaciones silvestres hasta en altitudes de 2.500 m. Y te preguntarás cómo llegó a España.
En nuestro país se comenzó a introducir hacia 1870, pero con un cultivo siempre muy residual. Las primeras plantaciones en la Comunitat se dan un siglo más tarde, en 1960 en la zona de l’Alcudia y Carlet. Eso sí, en aquella época, comerse un caqui era peor que chupar limones por su astringencia. Había siempre que esperar a que llegara al punto de maduración perfecto y que no se pasara.
La variedad que aquí siempre se ha cultivado es el caqui Rojo Brillante, que de por sí te deja una sequedad intensa y el amargor en la lengua. Los años pasaron y apareció la marca comercial Persimon con D.O de Kaki de Ribera del Xúquer, que le quita ese gusto y mantiene la carne dura durante un tiempo para permitir su exportación. Esto unido a la bajada de precios en la agricultura de cítricos desde la crisis explica su despegue.
En los últimos años, el kilo de caqui se ha pagado a 40 y 50 céntimos al agricultor. La naranja, a 15. Antes de la crisis de 2007, en la Comunitat Valenciana había 3.000 hectáreas de este cultivo. El año pasado se contabilizaban 15.520, según datos de Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de cultivos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Con una superficie agrícola total en hectáreas sin cambio en la última década, los árboles del caqui han tenido que coger el espacio de otros. ¿Cuáles?
Arrancar naranjos para plantar caquis es lo más habitual, y en menor medida plantaciones de mandarinas. En 2006, se contabilizaron 77.000 hectáreas de naranjos y 95.000 de mandarinos. Una década después y en paralelo a la subida del caqui, la naranja, el símbolo de la agricultura valenciana, ocupa ya 71.000 y la mandarina, 77.000.
Estos son algunos de los datos que le hacen postularse como símbolo de la provincia de Valencia. Como los alimentos citados anteriormente o la chufa, base de la horchata. Pero hay más. Aquí se produce el 95% del total de la producción de España con unas 100.000 toneladas por temporada y se exporta en torno a un 50%, según datos de la Generalitat Valenciana. Y está previsto que vaya a más. Aunque no sin sus riesgos.
Y es que La Ribera se está quedando pequeña. El año pasado por estas fechas, el exceso de producción puso en alerta a los agricultores de la Ribera por una oferta sobredimensionada y su consecuente desplome de precios, según una información del diario Levante-EMV.
El tiempo dirá hasta dónde llega el caqui, pero está claro que es un referente. Su fama internacional bien podría medirse en su uso como icono de WhatsApp. La paella y la naranja ya lo tienen. ¿Será el próximo?
Foto de portada: agriculturers.com
Fuentes: Unión Europea / Levante-EMV / El País / Ministerio de Agricultura / Agrodiario