Las comarcas de la Marina Alta y la Marina Baixa tienen una impresionante frontera física. El Barranc Salat, más conocido como el «Cañón del Mascarat», divide dos términos municipales, Altea y Calpe, y separa la Sierra de Bernia del Morro de Toix. No hablamos de un muro, ni de una carretera, sino de una enorme grieta en la roca.
Al adentrarnos en el cañón nos trasladamos a escenarios que bien podríamos encontrar en Norteamérica o en zonas del norte de Europa. Sobre nuestra cabeza cruzan los puentes del antiguo ferrocarril y la nacional N-332. A través de un sendero adaptado de menos de 1 kilómetro recorremos el desfiladero y sus partes más estrechas.
La dificultad del recorrido no es exigente y se puede realizar con niños. Se inicia desde las urbanizaciones cercanas al cañón, donde podremos aparcar el coche (ver mapa inferior).
A partir de ahí, siguiendo la senda del barranco, nos adentraremos en este enclave que nos dejará con la boca abierta.