Dicen que El Cabanyal se mira en el espejo y se siente el nuevo Ruzafa. Atrás queda el olvido y el tiempo perdido en el que nadie de fuera se atrevía a pisar el barrio. La recuperación de esta zona marinera se empieza a notar ya en sus calles. Lo demuestra su vida nocturna y que las fachadas modernistas se han convertido en carne de Instagram. Pero el Cabanyal-Canyamelar esconde todavía muchas otras cosas que lo hacen un barrio ‘trendy’.
Un pueblo dentro de la ciudad
La vida en El Cabanyal respira todavía un cierto aroma al pueblo de marineros que fue en su día. Si eres de aquí, sabrás que todo el mundo se conoce. De carácter cercano y abierto, sus habitantes hacen vida aquí. Cada uno tiene su bar, su tienda y su peluquería fijas a las que siempre va. Además, solo en un barrio como este puede tener una festival como Cabanyal Intim, obras de teatro representadas entre las cuatro paredes de las casas de los vecinos.
El modernismo valenciano
Como buen barrio modernista, arquitectura y color no le faltan. Las calles del Progreso, Antonio Juan y la Reina agrupan diversos estilos y tonalidades que hacen de él un barrio muy instagrameable. Además, está declarado Bien de Interés Cultural desde 1993. Sus edificios son una joya arquitectónica única en España.
Un nuevo punto cultural
La llegada de la Fábrica de Hielo a orillas de la Malvarrosa ha revitalizado la agenda cultural. Estas antiguas naves industriales ofrecen eventos cada fin de semana y buena comida con un bar y el food truck de La Regional. Una combinación perfecta si tenemos en cuenta que tenemos el mar a escasos 100 metros.
Con los bares de toda la vida
Si hablamos de bares y buen comer en Valencia, al final acabaran saliendo nombres como La Peseta, La Pascuala, Ca La Mar o Taska la Reina. Templos del esmorzar y el tapeo que no podemos perdernos si nos dejamos caer por aquí.
Foto de portada: Gourmet Valencia