El placer se hace en Valencia.
La historia está repleta de menciones, representaciones y obsesiones fálicas. Desde la Antigüedad, el pene (o su libre conceptualización) ha estado siempre presente en la cultura de una época. Con mayores o menores restricciones, siempre ha encontrado su espacio, ya sea a través de la literatura, el arte, la arquitectura o el diseño. Ya en el Antiguo Egipto o Mesoamérica existía una cultura fálica que transcendía las fronteras del sexo y se relacionaba con divinidades y poderes cósmicos. Y así hasta nuestros días.
En un medio de un periodo que podríamos calificar como el más amplio en cuanto a la libertad sexual, tres chicas de Valencia han hecho de este elemento su forma de expresión, negocio y vida. BS Atelier está en el distrito de Patraix y es un taller dedicado a la fabricación de dildos y juguetes eróticos artesanos y con carácter feminista.
Para conocer un poco más sobre BS Atelier y que nos expliquen qué es eso de un dildo feminista, entre otras cosas, hablamos como Beatriz Higón, su directora y una de las socias fundadoras.
¿Cómo empezasteis con el proyecto de BS Atelier?
Empezamos justo hace 10 años. La idea surgió de un grupo artístico del que formamos parte que se llama O.R.G.I.A. En este grupo se trabajaba el cuerpo, el género, la sexualidad… Conocimos textos sobre el dildo, el dildo como carga política, como un objeto que hace replantearte la sexualidad de otra manera: no reproductiva, abierta a todo tipo de cuerpos y orificios.
Por otro lado conocimos a Raquel, Sara y Marisa, fundadoras de la tienda ‘Los Placeres de Lola‘ en Madrid. Y a través de esa relación conocimos más sobre el mercado del juguete erótico. Así nace la faceta artística y creativa junto con la empresarial de este proyecto.
Para una persona que escuche hablar por primera vez de vuestro proyecto, ¿qué dirías que os diferencia?
BS Atelier se diferencia porque ha recuperado un trabajo artesanal. Hay otras marcas en el mundo que también lo hacen, pero somos solo unas 7. Es muy importante esa parte del proceso que genera los productos en el taller, en los que ponemos manos y cabeza desde el primer minuto.
Empezamos con el modelaje de una pieza de forma totalmente artesanal, con plastilina y barro. Dibujando, tomando medidas, investigando sobre el papel. Y a partir de ahí, hacíamos los moldes y después un prototipo definitivo. Eso se nota mucho en las piezas finales.
Otro punto diferenciador es el cuidado del diseño, con un diseño adaptado a este siglo. Hace 10 años todavía no había ese boom en la juguetería erótica que ha creado nuevas formas y diseños. Nos parecía que todo lo que había en el mercado estaba anticuado, las marcas artesanales venían de los 90 y les faltaba una renovación.
Por último, aportamos material de primera calidad. La silicona que utilizamos es silicona médica, pensada para hacer prótesis. Y también nos centramos en la diversidad sexual, adaptándonos a todo tipo de cuerpos y sexualidades.
Trabajáis sobre moldes pero, ¿se pueden hacer pedidos personalizados?
La personalización y la customización es otra parte que hace de las piezas algo muy especial. Damos la opción de que las tiendas y el cliente customicen las piezas a nivel de color a través de la web. O está la opción de trabajar directamente con nosotras proponiendo una idea para crear un diseño único, solo para una persona o una tienda.
Vuestros diseños también se asocian al feminismo. ¿Por qué es un producto feminista?
No sé si podemos decir que el producto en sí es feminista, pero detrás hay un proyecto y unas personas. Y todas las que hemos dado a luz la marca de BS Atelier nos consideramos feministas. Trabajamos en un círculo de personas que se dedican al arte, a la enseñanza, a la investigación, a escribir… Y es un grupo feminista. Y si no fuera así, la marca sería totalmente diferente.
El enfoque de la sexualidad desde el feminismo creo que es algo imprescindible hoy en día. La sexualidad es abierta, consensuada, segura y lejos de toda violencia. Y para nosotras, nuestros dildos, representan eso. Cuando ves el objeto en sí mismo, en el conjunto de la colección con diferentes banderas como la del Orgullo Gay o distintos grupos sexuales, se ve que hay una visión del sexo alegre y divertida. Una visión del juguete erótico para enseñar, para poner en una estantería. Para estar orgullosa de tu dildo. Sin el feminismo, sería imposible llegar a esta idea.
¿Es el placer un tema tabú?
Cada vez es menos tabú. Pero falta incluir todo tipo de placeres. Es muy amplio y cambia mucho según la persona, sus circunstancias y gustos. Somos una sociedad hedonista, pero aún queda mucha gente fuera de lo que se considera «normal». Es un poco una tiranía. Todavía hay formas de placer que están en los márgenes. No tienen un sitio en la sociedad y la gente todavía se burla o simplemente desconoce.
El sexo y el placer van unidos a la libertad del ser humano. Ahí queda mucho trabajo por hacer. Valorando estos 10 años en BS Atelier, el cambio se ha producido y ha hecho que mucha gente salga de los armarios y hable. Eso es algo muy positivo. Y cada vez hay más gente que habla de su placer. Pero todavía queda mucho y es trabajo de la educación.
Por los modelos culturales y educativos actuales, ¿crees que el orgasmo femenino queda relegado a un segundo plano?
Ha sido un gran desconocido hasta hace poco. La representación cultural en los medios y en la pornografía, o en la cultura en general, lo deja en segundo plano como un hecho desconocido y poco atendido.
Aún así, veo a un montón de personas trabajando desde la sexología y la psicología y desde la industria para atender a las mujeres. Las mujeres están siendo además las abanderadas de la industria de la juguetería erótica durante estos últimos años. Chicas jóvenes, muy bien preparadas, con una idea clara de la sexualidad y que están empezando con nuevas empresas de vibradores. Lo bueno es que ahora si quieres encontrar información y ayuda sobre sexualidad femenina, puedes encontrar gente que te asesora, lecturas, pornografía… Eso es riqueza y positivo para el crecimiento.
Y, ¿qué diferencias hay entre la silicona médica de vuestros dildos y los otros materiales del mercado? ¿Son peligrosos el resto de dildos?
El material que hay en el mercado más peligroso es lo que se conoce como Jelly: una gelatina transparente y blanda que es plástico reblandecido. Eso se consigue con un producto que lleva ftalatos, que son potencialmente cancerígenos. Hay estudios que corroboran que en contacto con las mucosas se absorbe y hace que las células muten y se conviertan en células cancerígenas. En España no hay una legislación en juguetería erótica que lo prohíba.
Hay juguetes que son de látex, que es un material que no es malo de por sí, pero puede producir alergias y es poroso. Es imposible higienizarlo completamente y tiene una durabilidad muy corta. Los fluidos penetran en el tejido y con el tiempo se hace inservible. No provocaría un cáncer, pero sí una infección.
También hay otros juguetes de plástico con más opciones atóxicas, plástico ABS. Cada vez se usan mejores plásticos, de más calidad. Pero como siempre en el mercado puedes encontrar de todo. Un vibrador de 5 o 10 euros fabricado fuera de la UE, nadie te asegura cómo ha sido fabricado.
Luego hay otros materiales más naturales, como dildos de piedra, madera, cerámica… Son bastante seguros, de buena calidad, no son nocivos. Pero no ofrecen un abanico de posibilidades y formas como la silicona. Un dildo de cerámica siempre va a ser duro y frío. Pero hay opciones si te gustan los juguetes más duros.
¿Cuál es el vuestro dildo más vendido?
Sigue siendo el primero que sacamos, el Gspot. Lo es porque es el que tiene más tallas y variedad de colores. Le hemos ido dando más opciones y variables. También el Oben, que tiene tres tallas y es muy versátil.
Este mes vamos a lanzar un dildo nuevo que se llama Max con motivo del Orgullo, con dos nuevas banderas para nuestra colección, como la del Gender Queer y el Poliamor.
En Valencia, ¿dónde se pueden conseguir?
Por desgracia, no tenemos tienda física o un sexshop que los distribuya en Valencia. Sin embargo, los podrás encontrar en el Carmen en la peluquería ‘La Niña de los Peines‘, y también se pueden encargar y recoger allí. O directamente en nuestro propio taller de Patraix, con cita previa y contactando mediante redes sociales.