Cada especie de animales tiene su propia forma de comunicarse, pero a veces, entre una misma familia, no se desarrollan los mismos sonidos y lenguajes. Este es el caso de las belugas Plombir y Miranda, las belugas llegadas al Oceanográfico de Valencia desde Ucrania el pasado 19 de junio, que no hablaban el mismo idioma que sus nuevas compañeras valencianas.
Durante su estancia en Ucrania, las belugas convivieron con delfines y, por esto, aprendieron a comunicarse a través de su lenguaje y no con los sonidos típicos de las belugas. Tras su llegada al Oceanográfico, los expertos no sabían si se podrían adaptar con las nuevas compañeras de su misma especie, pero tras casi tres meses, empiezan a entenderse mejor.
Así pues, a partir de ahora se espera que que tanto las belugas de Ucrania aprendan el idioma de las belugas valencianas y que estas también incorporen nuevos sonidos provenientes de las ucranianas, aunque sean típicos de delfines.
Rescate en medio de la guerra
A causa del conflicto en Ucrania, Plombir y Miranda se encontraban en un delfinario en malas condiciones y fueron las instalaciones ucranianas dónde se encontraban quiénes pidieron al Oceanográifico su rescate.
Tras recorrer más de 4.ooo kilómetros, llegaron a Valencia con un estado de salud muy delicado. Sin embargo, gracias al trabajo y el cuidado de los expertos, se ha conseguido que puedan volver a tener la calidad de vida que se merecen.