Lo encontrarás en el barrio de Benimaclet.
Como quién lanza flores en una romería, los vecinos de Benimaclet lanzan peluches al balcón de una vivienda de la calle Sant Esperit. El hecho, lejos de ser espontáneo, lo ha propiciado el propietario de la casa, que desde hace años expone cientos de peluches en la fachada exterior de su casa. A sus 50 años, José Miguel Angrisano ha logrado que este sea probablemente el balcón con más peluches del mundo.
El primero de todos fue un Spiderman que le regaló un amigo suyo. A partir de ahí, empezó a coleccionarlos a través de compras en el rastro y donaciones particulares. Su vivienda se ha convertido ahora en una atracción turística más del barrio, lo que obliga a José Miguel renovar los peluches expuestos cada cierto tiempo.
De hecho, varios de ellos los regala cada año en las fiestas de Benimaclet, para Fallas o simplemente son cambiados por su deterioro. Aunque ‘El Pani’, como se le conoce en la zona a este vecino, ha sufrido más de una vez las gamberradas de la gente que intenta arrancarlos al encontrarse en un primer piso.
Pero no solo de peluches vive el balcón. Aquí también se ha colgado publicidad de algunos negocios locales. Porque, ¿qué mejor reclamo que un lugar que todo el mundo del barrio pone los ojos y fotografía diariamente? Así es el balcón de José Miguel.