A lo largo del año pasado el Ayuntamiento valenciano pagó las tasas de unas 3.700 facturas de agua pertenecientes a 1.335 familias que se encontraban en el umbral de la pobreza y que, de otra forma, no habrían podido mantener el suministro. El desembolso total que el Consistorio dedicó al pago de estos recibos fue de 132.000 euros.
El alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha aprovechado para sacar pecho y manifestar que ha logrado uno de sus compromisos fundamentales con la ciudadanía: “rescatar personas en mala situación económica”. Ayudas similares han llegado también en otros conceptos como la luz o la vivienda. Un gasto de unos 300.000 euros desde finales de 2015.
El acuerdo al que el Ayuntamiento de Valencia llegó con Aguas de Valencia cubre la totalidad del pago de la factura, encargándose el primero de las tasas y la segunda del pago del consumo.
Las familias a las que se les ha pagado el agua están en riesgo de exclusión social, muchas de ellas por estar desempleados o ser parados de larga duración. Ribó se ha comprometido a mantener el acuerdo con la distribuidora de agua para poder seguir manteniendo esta medida en el futuro.
Agua e IBI, conceptos opuestos
Por otra parte, los retrasos por parte de la Generalitat a la hora de tramitar el carné de familia numerosa está perjudicando a muchas personas también. El retraso es ya de unos ocho meses.
Por eso, el Ayuntamiento valenciano ha ordenado la paralización de 165 expedientes de cobro del IBI a familias cuyo certificado ha caducado y se encuentra en trámites de renovación.