En los últimos días ha sido tristemente célebre cierto autobús (que aquí no mencionaremos para no darle más publicidad innecesaria) con un mensaje tránsfobo. Pues bien, desde el Ayuntamiento se ha preparado una contramedida.
No solamente la ciudad ha prohibido la entrada a este vehículo (si es que alguna vez logra salir de Madrid). Barcelona ha hecho lo mismo, y las asociaciones de LGTBI se han puesto de acuerdo para organizar manifestaciones que también le impidan la entrada.
Pero es que además el Consistorio está de su parte. Hasta el punto que otro autobús, uno de la Policía Local, nada menos, ha recorrido las calles de Valencia con el mensaje “Ante el odio, denuncia” como contrapunto ante el mensaje nada tolerante del bus antagonista.
Un autobús para la normalización
La concejala de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato, dijo que la razón por la que ha salido a recorrer las calles este vehículo es porque “los agentes de Valencia son los primeros formados para prevenir estos delitos y queremos ser coherentes con su trabajo”.
Por supuesto, ha saltado la pregunta: ¿necesita autorización este autobús para circular con ese mensaje? La concejala lo tiene claro: es una publicidad que no atenta ni contra los intereses generales ni vulnera la legislación, así que no es necesaria ninguna autorización previa.
Menguzzato considera que el bus tránsfobo atenta contra el artículo 13 de la ordenanza local que regula la publicidad y contra el artículo 73 de la Ley del Menor. “Este autobús no es bienvenido porque puede incitar al odio”, señaló la concejala. “Es importante que nuestros hijos no tengan que leer este mensaje que genera frustración y odio. No es bienvenido: Valencia quiere ser inclusiva, diversa e igualitaria”.
De momento, y hasta que la justicia decida lo contrario, el polémico vehículo tiene prohibido circular por las calles de Madrid y está guardado en una cochera de Coslada, custodiado por la Policía Local. ¿Lo veremos circular de nuevo? Si el mensaje es intolerante, esperamos que no.
Fuente de la imagen de portada: El Mundo