Cocina casera cuidada al detalle.
La gastronomía, como el ganchillo, es todo un arte. Aunque a simple vista te puedan parecer como agua y aceite, si juntamos ambos conceptos, el resultado puede darnos uno de los restaurantes más conocidos y representativos del centro de Valencia.
Desde hace ya unos cuantos años y con dos locales distribuidos por la ciudad, María Mandiles (Pl. Manises y Pare d’Orfens, 2) se ha convertido en una elección segura. Como si hubieran aplicado las técnicas del ganchillo a la cocina, este restaurante de Valencia presenta una carta en la que predominan dos cualidades principales: sencillez y producto local.
Al entrar en uno de sus locales que tienen distribuidos por la ciudad, uno siempre tiene la impresión de acceder a un espacio diseñado por esa abuela mañosa y detallista. Es como la casa de la iaia que te preparaba un jersey cuando eras pequeño, o la que te regaló tus primeros peúcos hechos a manos. Pero eso no es todo.
El restaurante nos entra por la vista y nos acaba ganando por el estómago. Con una propuesta gastronómica casera y cuidada, en la carta hay platos a elegir como la morcilla de burgos con salsa y confitura de tomate, patatas a lo pobre con huevos rotos y jamón o verduras en tempura, entre muchos otros.
Si después de leer esto te ha entrado hambre, busca un hueco en tu agenda y ven a probarlo con quien quieras con una oferta especial de cena para dos personas. El menú está compuesto por un plato y bebida por persona y un postre para compartir.