
En Otos, un pequeño pueblo de la Vall d’Albaida, viven 450 personas según el último padrón del Instituto Nacional de Estadística. Sería una cifra como cualquier otra de no ser porque en esta localidad hay un reloj solar por cada 15 habitantes.
Las calles de Otos están copadas por más de una treintena de relojes solares que han hecho de este municipio toda una atracción turística de la zona. Artistas como Andreu Alfaro, Premio Nacional de Artes Plásticas en 1981, Elisa Martí, Antoni Miró, Manuel Boix y Artur Heras han puesto su grano de arena en un proyecto que arrancó al principio de los 2000 a partir de un fondo europeo para dinamizar el turismo rural de interior.
Hay relojes de sol, de luna, los hay que marcan cuántas horas hace que ha salido o cuánto falta para su puesta. Para descubrirlos hay dos opciones: perderse por las calles del pueblo o apuntarse a una de las «Rutas de los relojes de sol» que se celebran cada domingo con guías locales.
Los diseños son de lo más variopintos: una antigua bicicleta, una sandía, una escultura con forma de ciprés o un reloj de barro con el perfil orográfico de la zona. Hay otros que recuerdan fechas simbólicas del pueblo o citan un poema de Vicent Andrés Estellés.
La obsesión de este pueblo con el tiempo ha hecho que esta sea una de las rutas más originales por la zona, junto con la eco-visita que propone la localidad vecina de Carrícola. Si vienes a visitarlo, te recomendamos finalizar el paseo en el Palacio del Marqués de Otos, de aspecto señorial y construido en el siglo XVIII.
Foto de portada: EFE