Valencia tiene mar, huerta y cultivos capitales de la pirámide nutricional como el arroz. Sin embargo, los valencianos comemos generalmente bastante mal. Nos saltamos comidas, abusamos de la bollería y los productos procesados y, aunque por raro que parezca, las verduras, hortalizas y legumbres brillan por su ausencia en muchas de las comidas diarias. Esas son las conclusiones a las que ha llegado el Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa) y que recientemente ha presentado en un informe.
Geográficamente estamos en una zona de dieta mediterránea, pero del dicho al hecho hay un trecho. Hoy en día comer en un libanés es más dieta mediterránea que lo que se come actualmente en España. Sí, sabemos que se te acaba de caer todo un mito. Pero espera que esto no ha acabado.
Seguimos buceando en el informe de CODiNuCoVa para toparnos con otras sorpresas. Hay poco tiempo para comer, los niños son los que peor comen y se abusa de los carbohidratos refinados (pan blanco o pasta), lo que está directamente relacionado con mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2.
Ante tal desazón, descolgamos el teléfono rápidamente y llamamos a Rocío Planells, gerente del CODiNuCoVa y nutricionista. Ya que estábamos, también le preguntamos por los platos más típicos de nuestra gastronomía y esto fue lo que nos contó.
En relación al resto de España, ¿los valencianos comemos bien o mal?
Estamos en una zona de dieta mediterránea, pero nos falta incrementar el consumo de fruta, verdura y legumbres. Es lo que los nutricionistas vemos como profesionales cada día en nuestras consultas, no lo que la gente dice que come.
¿A qué se debe esto?
La causa es la falta de tiempo, vamos siempre con prisas a todas partes y recurrimos a lo que sea más fácil de preparar o que ya está preparado. Se recurre mucho al tema de los alimentos ultraprocesados (bebidas azucaradas, precocinados, bollería, pizzas…) Habría que retomar las buenas costumbres y hacer una buena planificación a la hora de la compra para elaborar menús sin que nos quite tanto tiempo.
En una zona como Valencia, ¿cuáles serían los principales pilares nutricionales?
En general, abundante fruta y verdura y, sobre todo, el arroz en un plato como la paella.
Hablando de paella, ¿hasta qué punto es sana?
Es un plato bastante completo, incluye proteínas, verduras e hidratos de carbono. Como tal es un plato sano y completo, pero hay que tener en cuenta aquellas personas que solo se ponen arroz. Ahí sería un plato más energético, pero no repartido. Pero en sí, es un plato saludable.
Y siguiendo la tradición de los domingos, ¿es bueno tomarlo regularmente?
Sí, perfectamente. Es más importante el tema de la ración, la cantidad de arroz y el equilibrio de ingredientes ya que el arroz se puede tomar entre una y tres veces por semana por ser rico en hidratos de carbono.
Ahora la chufa está de moda. La califican de superalimento. ¿En qué se basa esta afirmación?
Ha sido un gran desconocido durante mucho tiempo. Mucha gente solo la conoce por la horchata y está considerada como un superalimento porque es un tubérculo bastante completo. Contiene un elevado contenido de grasas, pero insaturadas, lo que llamamos grasas buenas. Tiene fibra, es rica en vitaminas y minerales, calcio y magnesio y tiene proteínas de origen vegetal. Todo esto la convierte en un buen alimento para nuestra dieta.
Y la horchata con fartons, ¿es sana?
Con la horchata habría que tener en cuenta el etiquetado y la forma de procesarla. Sobre todo la cantidad de azúcares añadidos que contiene. Hay que vigilar que no sea una cantidad excesiva. Por las características de la chufa, la horchata podría ser una buena alternativa para la gente que no consume leche de vaca.
Los fartons no dejan de ser bollería industrial. Es una buena opción como merienda, pero de forma ocasional.
Luego está el almuerzo a mitad mañana, el clásico ‘esmorzar’. Desde el punto de vista de una nutricionista, ¿cómo lo valora?
El bocadillo se puede comer de muchas cosas, no necesariamente de morcilla y chorizo. Se pueden hacer bocadillos de atún, queso fresco, sardinas… Es cierto que son cosas a las que no estamos tan habituados, pero que se pueden modificar para que esos almuerzos se sigan haciendo de una forma más saludable. El tema del picoteo habría que ver qué tipo de alimentos se incluye, como un poco de frutos secos, unos pepinillos…
También dependerá de cada persona y el tipo de trabajo que tenga. No es lo mismo una persona con mucha actividad física o alguien que está todo el día en una oficina. Pero todos pueden almorzar, si no pasaríamos muchas horas sin comer.
Sobre la alimentación de los valencianos, ¿haría hincapié en algún otro aspecto?
Tendríamos que aprovechar todos los productos de la zona, de origen vegetal. Son muchos, como por ejemplo las naranjas. Es mejor comerlas enteras que en zumo porque se absorbe toda la cantidad de fibra que tiene el alimento. O aprovechar los tomates tan buenos que hay Perelló para hacer ensaladas… Y así poco a poco ir añadiendo productos de cercanía en nuestros platos y dietas diarias.
Foto de portada: @almorzandoporvalencia