Aparcar en doble fila sin freno de mano es una de las normas no escritas de Valencia. Quien no es de la ciudad y lo presencia por primera vez, se queda con la boca abierta. Para muchos aquí es una tradición más asumida.
Aparcar en doble fila sin freno de mano es un fenómeno que se da en Valencia por un factor determinante: que la ciudad es completamente plana. No comentes la idea con alguien de Madrid o incluso Barcelona, porque no lo contemplarán.
Esta «tradición» está pensada para paradas cortas, ir a comprar el pan, tabaco o hacer algún recado. Aunque todos sabemos que hay gente que si les das la mano, te cogen el brazo y la parada puede alargarse hasta una comida y su posterior sobremesa.
Para evitar estar pendiente del coche, se opta por dejarlo aparcado sin freno de mano. De esta forma, si un coche necesita salir y hay otro bloqueando la salida, el conductor podrá desplazarlo suavemente.
Si quien aparca en doble fila no respeta esta «norma», se expone al sonido indiscriminado del claxon, una llamad a ala policía local e incluso, la retirada del coche en grúa.