Hace ya quince años que el Puente de las Flores se construyó. Fue una edificación necesaria mientras se terminaba el Puente de la Exposición de Calatrava. Y recibió ese nombre y sus adornos para honrar al himno de nuestra ciudad, que la bautiza como “la tierra de las flores”. Se convirtió en uno de los más bonitos de la ciudad.
Sin embargo, su mantenimiento con el paso de los años acabó por convertirlo en “el puente más caro del mundo”. Según la prensa local, costaba más de 500.000 euros al año por los tres cambios de flores que se hacían (llegaron a ser hasta cinco) más todo lo que cuesta conservarlas en buen estado.
Pero el tiempo y los recortes en los presupuestos han ido haciendo que las flores hayan ido estropeándose cada vez más y que el puente ya no sea tan vistoso como antes. Con cierta lógica se suspendió el cambio de Navidad: las flores de Pascua que se plantaban aguantaban poco más de un mes en flor. Se optó por dejar los geranios.
El Puente de las Flores hoy
Las lluvias y el calor excesivo han castigado también a estas flores, por lo que ahora el puente muestra un estado de abandono, con muchas flores muertas (que no se cambian) y algunos maceteros vacíos. Además, solo una persona se encarga de su mantenimiento.
Esperamos que, aunque se recorte el dinero para destinarlo a otras causas más importantes como el gasto social, también se destine un poco más a mantener este monumento, que ha sido uno de los más fotografiados de la ciudad.