Si te gustan los gastrobares, admítelo: eres un viejoven.
Pasa el tiempo, pasa la vida y tú también maduras. De aquella personita que fuiste a la actual, hecha y derecha que se dice a sí misma: «Ya no soy lo que era«. Aunque lo niegues, has envejecido también y te sientes ya un poco viejoven. Y en el fondo, nos da igual. Por eso, para reírnos de nosotros mismos, recuperamos nuevas costumbres que demuestran que hemos cambiado.
1. Cuando dejas de pedir cerveza y prefieres un vermú
Te quieres cuidar y premias la calidad a la cantidad. Y en esas has encontrado en el vermú tu bebida preferida. Indirectamente, tu abuela te animo a dar el paso.
2. Cuando tu cine favorito es el Cinestudio d’Or o La Filmoteca
Vas por su 2×1 y porque de vez en cuando cae un clásico en cartelera. Su olor añejo lo convierte en tu cine de culto.
3. Te vuelves un fan de los gastrobares
Empiezas a decir frases del tipo: «La calidad se paga» y ves al Pato Mareao como un bar de mala muerte. ¡Qué lejos queda tu época universitaria! (aunque fuera ayer cuando acabaste).
4. Cuando rechazas ir de fiesta a L’Umbracle
Quien dice Umbracle, dice también Mya, La3 o Nylon. Tus viernes pasan a ser un día perfecto para «peli y manta», acariciando a tu gato.
5. Cuando cualquier cambio en las líneas de autobús te parece una odisea
Vives un cambio de parada o que el 11 no haga su recorrido habitual como el fin del mundo. Y nunca dudas en mostrar tu enfado. O entablar conversación con otras personas que esperan en la parada de siempre.
6. Cuando «ir a ver Fallas» es tu actividad estrella durante la semana grande
Pasas la tarde recorriendo el centro, de falla en falla, y cuando llega la hora de cenar, te recoges. Lo tuyo ya no es la noche fallera.
7. Cuando cambias Mercadona por mercados y tiendas de barrio
Hablamos de ese momento en el que empiezas a identificar a la gente como «mi frutera» o «mi carnicero». Compras de proximidad que te alegran el día.
8. Cuando los sábados no piensas en «fiesta», sino en hacer una «escapadita»
Preparas escapadas de domingo con otros amigos para ir a comprar turrón a Casinos o beber vino en Requena. Y eres la persona más feliz del mundo.
Foto de portada: Seneka2016 (Instagram)