Dentro de unos meses, quienes quieran acceder al centro histórico de València en coche necesitarán una autorización. El Ayuntamiento de València, a través de la concejalía de Mobilitat Sostenible, ha comenzado esta semana el proceso de instalación de 5 cámaras de control de matrículas para acabar de desarrollar los planes de convertir Ciutat Vella en área de prioridad residencial (APR).
Esta iniciativa surgió durante los presupuestos participativos de 2015 y está previsto que se ponga en funcionamiento durante 2019.
Los puntos de control estarán situados en la calle Corona desde Guillem de Castro; en la calle Salvador Giner en su acceso desde la Plaza del Portal Nou; en la calle Salvador en el cruce con la calle Trinitarios; en la Plaza del Mercado a la altura de la calle Trench; y a la salida del aparcamiento subterráneo del Mercado Central en su giro hacia la calle Botellas.
La instalación de los dispositivos tardará un par de meses. Después, funcionarán en periodo de pruebas hasta que los resultados sean óptimos y todos los vecinos, comerciantes, hosteleros y repartidores hayan obtenido la autorización correspondiente. A partir de ese momento, se multará a aquellos coches que accedan al casco antiguo sin autorización tomando una foto de la matricula que el sistema identificará automáticamente.
Además de las personas autorizadas, si hay vecinos y visitantes que tienen que acceder por necesidad a casas de familiares, hoteles o puntos específicos, podrán pedir permisos especiales tres días antes o tres días después del acceso.
El consistorio inicia ahora una campaña de información para todas las partes implicadas. También recuerda que los vehículos que ya estén registrados como usuarios de zona naranja o residencial, no deberán tramitar ninguna solicitud.
Vía Levante-EMV
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