
Quitando las miles de personas que vienen aquí todos los años, no a todo el mundo les gusta La Tomatina. Y es que eso de llenarte de tomate hasta las cejas, no es algo que llame la atención de muchos. El caso es que debido al número de detractores de esta fiesta, hemos decidido hacer un post de apoyo a La Tomatina y demostrar que, aunque no sea la fiesta de ensueño de muchos, tiene muchas cosas buenas y no estaría mal que la vivieras al menos una vez en la vida, ¡que la tienes al lado!
1. No pienses en morir aplastad@ por la cantidad de gente que va. Hace años que la entrada se restringe, por lo que el número de personas que va, está cuantificado y te asegura comodidad.
2. ¿Te da miedo que te entre algo en los ojos? No te preocupes, no eres el único que lo piensa. Por eso el 90% de la gente que va, se lleva unas gafas de buceo. Éstas pueden ser solo de ojos o de esas que te tapan la nariz, eso ya según si quieres hacer snorkel en los fluidos que se quedan en el suelo después de la batalla.
3. En esta fiesta te desestresarás como si no hubiera un mañana. Piensa en tu persona más odiada, y lanza contra ella toda tu furia en forma de bala de tomate. No pasa nada porque el acribillado sea un total desconocido. Como llevarás las gafas de bucear echas un asco, no distinguirás al blanco de tus tomatazos.
4. Por fin podrás ponerte esa ropa vieja que guardas en el armario con el único fin de “por si acaso voy a algún sitio en el que tenga que llevar ropa horrible”. ¿O soy yo la única que lo hace?
5. El tomate es un poco ácido, así que seguro que eso viene genial a la piel. Un tonificador cutáneo con elementos naturales. Sería algo equiparable al baño de leche de burra de Cleopatra. Ya no tendrás nada que envidiarle a tus amigas pijas cuando digan que se han hecho un peeling con chocolate.
6. Siempre te gustó patinar pero con el paso de los años lo fuiste dejando. Los patines se te han quedado pequeños o peor, no sabes dónde están. No te preocupes, Buñol te da la oportunidad de recordar tu infancia: todo el suelo se convierte en una charca de tomate en la que podrás resbalar un sin fin de veces. Cuidadito con el culo.
7. Si estás en contra de esta fiesta porque opinas que a día de hoy, tirar comida es un delito que debería estar penado por la ley, tenemos un dato que puede tranquilizarte. Estos tomates se cultivan SOLO para esta fiesta y parece ser que no son muy adecuados para comer.
8. Si siempre has querido ir a Japón pero no te llegaba la pasta, La Tomatina puede ser la solución: el 18% de los participantes vienen de este país, así que intenta hacerte amig@ de algun@ y a ver si tienes suerte y te invita el próximo verano.
9. Si eres de esas personas a las que les da miedo ir porque, como Ross Geller, se magullan como un melocotón, tenemos que decirte que no deberías preocuparte tanto. Los tomates se dejan madurar bien de bien para que estén lo más blandos posibles. A ver, no te vamos a engañar, alguno duro siempre se escapa, pero luego puedes presumir de heridas de guerra.
10. Si tu excusa para no ir es porque no te parece bien que se ensucie un pueblo con tomates, puedes estar tranquilo también. El ácido del tomate se encarga de limpiar a fondo las calles de Buñol. Es decir que es como una especie de lejía natural que deja el pueblo más limpio que nunca.