72 horas de fiesta non-stop por las mejores discotecas de la Comunidad Valenciana, el escenario perfecto para las ansias de libertad, creación y vanguardia de la juventud de los 80. Algo así (y mucho más) era la «Ruta Destroy» o «Ruta del Bakalao». Ahora, casi 45 años después de su inicio, Bombas Gens Centre d’Arts Digitals produce la exposición La Ruta: modernidad, cultura y descontrol, una puesta en valor de este fenómeno cultural. Esta experiencia inmersiva acaba de abrir sus puertas y aquí puedes hacerte con tus entradas.
La Ruta: modernidad, cultura y descontrol es un viaje sensorial a un capítulo emocionante de nuestra historia reciente a través de objetos originales, testimonios reales, VR360º y proyecciones con láser-mapping. En el pasado ha habido en Valencia otras exposiciones sobre la conocida popularmente «Ruta Destroy», pero ninguna como esta, que se apoya en un formato inmersivo con el que los espectadores pueden interactuar.
Mucho más que fiesta y hedonismo
Para hablar de la «Ruta» hay que remontarse a principios de los 80 y a los alrededores de la CV-500, una vía muy cerca a la ciudad de Valencia y que discurre por la playa de Les Palmeres y poblaciones como El Saler o Pinedo, donde se encontraban algunas de las discotecas más exitosas de la época.
Cada semana se congregaban ahí miles de jóvenes para disfrutar de noches de fiesta sin fin, encadenando un club tras otro. Pero lo que empezó como un punto de encuentro para la juventud que salía de “marcha”, pronto derivó en algo mucho mayor: dentro y fuera de los clubs valencianos se gestó un movimiento que incluía la música electrónica, el diseño gráfico o la moda, entre otras disciplinas.
La Ruta: modernidad, cultura y descontrol nos descubre todo este movimiento contracultural, derribando todos los mitos sobre la «Ruta del Bakalao«. La fiesta y el hedonismo se combinaron en esta época con momentos de esplendor en campos como el diseño o la moda valencianas y en una auténtica revolución musical, siempre con un carácter muy disruptivo, independiente y alternativo.
La llamada «Ruta Destroy» fue la expresión más mediática de la movida valenciana y fue tan importante que se equipara a movimientos de esos años que se gestaron en ciudades mucho mayores como Manchester, Madrid, Berlín o Ámsterdam. Con él, la ciudad de Valencia, normalmente al margen de los grandes centros culturales, se puso en el foco durante más de una década.
Un viaje a una época de colores neón y música revolucionaria
Últimamente la denominada popularmente «Ruta del Bakalao» ha recibido atención en forma de libros o series, pero La Ruta: modernidad, cultura y descontrol va un paso más allá.
A lo largo de 10 salas y más de 2.000m2, la exposición nos lleva de la mano para conocer todos los detalles de este apasionante capítulo de la historia, desde sus inicios a principios de la década de los 80 hasta su decadencia, bien entrados los 90.
No te explicaremos todas las salas para no desvelarte sorpresas, pero por aquí algunas pistas. Todo empieza con una parte donde se da contexto histórico de «La Ruta«, para seguidamente dar paso a una sala que expone objetos reales de la época (de una Vespino GL a las tecnologías de esa época o merchandising real de las discotecas), la espectacular sala inmersiva con láser-mapping o un laberinto que muestra todas las manifestaciones artísticas de este movimiento: diseño gráfico, arquitectura e interiorismo, moda, performances o teatro subversivo.
Una exposición imprescindible para los amantes de la música electrónica pero también de las artes en general. La «Ruta» se originó en el club, pero supuso una incansable efervescencia en otros campos artísticos, un revulsivo cultural y una apertura creativa que significó un antes y un después, un espacio de transformación, libertad y creación que hoy tiene su homenaje en esta exposición.
La Ruta: modernidad, cultura y descontrol es la primera producción propia de Bombas Gens Centre d’Arts Digitals, reconocido en Valencia (y en el resto del estado) por ofrecer experiencias inmersivas con tecnología punta.




