La Comunidad Valenciana cuenta con una de las playas más paradisíacas de la Península. Y, sin embargo, otro verano más seguirá sin ser visitable. Hablamos de cala Ambolo, en Xàbia, que desde hace años permanece cerrada al público por riesgo de desprendimientos de rocas.
Situada bajo un acantilado y accesible solo a pie, esta playa alicantina regala aguas cristalinas turquesa que solo se pueden disfrutar desde el mar. Sus apenas 300 metros de longitud, formados por grava y piedra, son posiblemente el trozo de playa más deseado de las costas de Xàbia y Dénia.
Y es que han pasado ya 15 años desde su cierre, y los desprendimientos continúan. El último, este 2024 en enero, que causó grandes desperfectos en el acantilado, como ilustra este reportaje de Levante-EMV.
Durante este tiempo se ha intentado en varias ocasiones su reapertura colocando mallas y refuerzos en la pared de roca, pero sin éxito. En cambio, la valla que impide el acceso ha sido vandalizada en varias ocasiones, permitiendo la entrada a cualquier persona (aunque grandes carteles alertan de la prohibición y el peligro).
La única manera de apreciarla desde un punto de vista privilegiado es realizando una travesía en kayak o lancha siguiendo la costa de Xàbia. Desde el agua se pueden realizar actividades como el buceo, pero siempre sin llegar a acceder a la playa desde el mar.
Este 2024 el Ayuntamiento de Xàbia anunció nuevos controles de acceso a la cala, ante el inminente peligro por desprendimientos. Ha instalado un nuevo portón en el cruce de la calle Richard Wagner con Samuel Adler para reforzar la seguridad y evitar el acceso a la cala.